Ahora ya soy responsable de mi destino…
Me siento complacido ser responsable y consciente de todas las acciones que realizo porque es el medio que uso para edificar mi destino, todos mis pensamientos debidamente enlazados, mis sentimientos coherentes con mi pensamiento, hacen de mi conducta el camino seguro para crear un buen destino.
Palabras que vigorizan mi afirmación:
He tomado las riendas de mi destino, el enfoque que he creado tiene a mis pensamientos en orden, mis sentimientos se encuentran armonizados, y es imposible que desvie su rumbo, he logrado el panorama que quiero para mi vida, he creado un mundo mental que se cumplirá por ley, y es de mi total responsabilidad mantenerme sintonizado, así como también evitarme distracciones banales que me alejarían de mi gran proyecto de vida personal.
Esta es la grata responsabilidad que tengo conmigo mismo.
En pocas palabras:
No permitiré desvio alguno que me aleje de mi propia responsabilidad.